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Foto del escritorKavi

Alimento para el alma



Recuerdo perfectamente este día como el punto detonante de lo que normalmente dentro del campo devocional llaman “Purificación”. Almorcé 5 veces por respeto, ya que es ofensivo rechazar el alimento espiritual que comparten en los templos o casas de este pueblo de la india llamado Vrindavan y esto ocasiono un colapso fulminante a mi ya desgastado hígado. Resultado: Casi 2 meses encerrado, 11 kilos menos y la mente desbordada.


Pero: ¿Que causo ese colapso? ¿Acaso esos 5 almuerzos tenían más peso que los cientos de litros de alcohol que le metí a mi cuerpo durante más de 15 años?¿Que tenían esos alimentos que causaron que mi hígado colapsara?


La respuesta podría ser cualquiera. Si bien, sabía que eran alimentos sagrados no podría experimentar lo tan sagrado que las personas decían que eran. Me encontraba saliendo de una promesa que había tomado por 6 meses de no comer cierto tipo de alimentos como granos, lácteos, hortalizas etc y justo ese día se terminaba mi promesa… así que a comer!Como tenía tantas ganas de probar esos manjares que muy amorosamente nos habían ofrecido y sabía que mi mente iba a gratificar con estas delicias, recuerdo que tome un tiempo de meditación antes de probar el alimento y le pedí a la divinidad (no sé si con el corazón) que por favor esos alimentos me purificaran y agradecí por permitirme estar en ese Ahí y ahora. Dos platos fueron suficientes para quedar completamente satisfecho, como dicen ellos ashrams BLOQUEADO. No me cabía un arroz parado, así que salimos con sonrisa victoriosa :).


Mientras caminaba aproximadamente una cuadra de un templo a otro solo pensaba en llegar a darme una siestica para reposar, pero al llegar al sitio me tenían una tarea fácil, ir a otro templo a entregar un diploma… nada del otro mundo.




Efectivamente llegue a ese templo, recuerdo que le contaba a mi compañero lo satisfecho y lleno que había quedado con los alimentos y justo al momento de llegar, lo primero que hicieron fue, meternos a los dos en una habitación pequeña y entregarnos dos platos a reventar de exquisitas preparaciones. Claro, no hablo ni entiendo su idioma, pero intentaba explicarles desesperadamente que estaba muy lleno y no podía recibir esos alimentos y ellos en un tono amenazante burlesco me incitaban a comer. Oh Por Dios!!! Quería desaparecer en ese momento de ahí, estaba en una encrucijada por comida por primera vez en mi vida. Como no podía comunicarme, toco utilizar el viejo método. Hablar conmigo mismo… y alguna voz por allá dentro me dijo Kavi, acepta la misericordia y come. El compañero que estaba a mi lado había comido exactamente lo mismo que yo en el otro lugar, y el amorosamente recibió la ofrenda y comió con tantas ganas que no me quedo de otra que tomar fuerzas y empezar a comer. Cada bocado era muy difícil de tragar, tenía ganas de llorar, pero no podía hacer nada; lentamente logré terminar y pensé: Gracias Dios, lo logré.


En india normalmente se come cruzado de pies en el suelo y con la mano, en ese momento de llevar el ultimo alimento a mi boca veo como de la nada aparece un cucharón de aproximadamente 20 cms de diámetro que dejaba caer en mi plato completamente vacío una repetición de todos los alimentos que había almorzado, no entendía lo que estaba pasando en ese instante solo decía no no no y para ellos eso era si si si y cuando menos pensé tenía otro plato gigante lleno frente a mi.


Enserio, me contuve el llanto, no lo podía creer.


Cuando miro a mi compañero, el comía felizmente y me decía, “la misericordia llega”. Una vez más ore y pedí a la divinidad que por favor esos alimentos lograran purificar mi cuerpo por que humanamente posible ya no iba a ser capaz de comerlos. Así que empecé de nuevo… Muy muy triste ¡y lo logré! Ahhh que satisfacción, todo estaba de maravilla. Hasta que mi compañero levanta la mano y le dice al encargado de los alimentos que quería un poquito más. Lo miré y pensé ¿Dónde le cabe tanta comida? El Encargado muy feliz por la petición del Swami tomo nuevamente su cuchara de 20 centímetros de diámetro aproximadamente y lleno su plato de nuevo, jocosamente me reí y pensé: Dónde a mi me hagan eso me muero acá mismo. No había terminado de pensarlo y el Encargado gira hacia mi con la cuchara llena y como una escena de suspenso ví como el con su cara intimidante dejo caer nuevamente los alimentos sobre mi plato…. Parecía mentira.


¿Estaba soñando? No podía ser posible que eso me estuviera pasando a mi. Mire a mi compañero desesperado, literalmente sin esperanza alguna y me dijo… si me sirvieron a mi debes comer tu, es por etiqueta. No dije nada no pensé nada solo empecé a tirar cada pedazo de comida a mi boca completamente Resignado, como quien dice… Ya fue; luego de eso, llegaron dos platos de dulces, arroz con Leche y dulces típicos de Azúcar de la india que parece que solo tuvieran azúcar y nada más, con repetición por dos veces más y estaba tan resignado y enfadado a la vez que literalmente lamí los platos… Si, los lamí, no deje ni un grano, en ese momento los encargados de la comida retiraron sus ollas y muy felizmente nos dejaron continuar. Cuando me pare para por fin entregar los diplomas, estaba como nuevo, parecía que ni hubiera desayunado. Era increíble después de comer toda esa comida me sentía completamente ligero, liviano y feliz y hasta un pequeño dolor articular que traía por la chicunguña que me dio había desaparecido. Tomé fotos, sonreí con Los Santos aunque no les entendí y regrese a nuestro sitio de estar.


Dos días después de ese episodio mi cuerpo empezó a sentirse mal y durante casi dos meses viví una experiencia INBOUND literalmente, encerrado en un cuarto con la economía colapsada, la mente en estado terminal y la tez de mi cuerpo amarilla cual película Kodak. 11 kilos menos y secuelas de por vida hicieron que ese episodio de agonía se convirtiera en la experiencia más emocionante de mi vida.


Tremenda purificación la que vivieron los compañeros de ashram conmigo en esos meses. Pido disculpas por todas las ansiedades que les cause y agradezco la hermosa intención para conmigo. Nunca supe si fueron los alimentos, el karma o las ofensas, nunca supe que enfermedad tuve y tampoco supe cómo se solucionó… y aquí seguimos orando para algún día poder realizar la misericordia del Prasadam.

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