Un hombre estaba con su maestro espiritual. Pero después de mucho tiempo no sintió que ocurriera ningún logro material en su vida. Luego se dirigió a otra persona. Esta persona dijo: "Te daré muchas cosas. Conozco la pista de un genio, es un fantasma y no tiene nada más que hacer cosas buenas o malas, el es tan poderoso que te dará lo que pidas".
El hombre dijo: "¡Guau! Estaba buscando esto. Dime qué hacer".
El dijo, "Tienes que hacer una cosa: A 50 km hay un árbol y debajo del árbol desentierra una olla, veras una luz, como la luz de una vela. Y cuando lo frotes, vendrá la luz y vendrá un fantasma. Tu tienes que que ponerlo a hacer algo y cuando no le des trabajo, el te matará".
El hombre respondió:
"Tengo mucho trabajo que darle. Mi mente está llena de trabajo. Sí, te seguiré. Muéstrame el camino.
El hombre fue allí y cogió la lámpara. Volvió a su casa, frotó la lámpara y salió un fantasma. El fantasma dijo:
"¿Qué quieres?"
"Quiero que me hagas un gran palacio. Hizo el palacio en pocos minutos.
"¿Ahora dime qué quieres?"
"Amuebla bien todas las habitaciones". "Ya está. ¿Qué quieres ahora?"
"Trae coches, bicicletas, scooters, todo. "Vale".
"Necesito diez sirvientas y diez sirvientes para trabajar aquí. Listo, tienes diez de cada uno.
Y entonces el fantasma dijo:
"¿Qué puedo hacer ahora por ti?"
"Llena las habitaciones con granos, arroz y trigo para que todos puedan comer". El fantasma los llenó. De esta manera, le dió todo lo que el hombre necesitaba.
Entonces el fantasma exigió:
*¡Pídeme que haga algo! No puedo quedarme inactivo. Si me siento inactivo, tengo que matarte".
El hombre se quejó:
"Todo el día te di órdenes. Ahora necesito descansar, tengo que irme a dormir".
El fantasma dijo:
"No hay descanso. Tienes que pedirme todo el tiempo".
El hombre rogó:
"Dame tiempo para pasar la noche y por la mañana te daré más órdenes".
El fantasma dijo:
"Este es el primer y último día que puedo hacer esto. No te volveré a dar la oportunidad. Te daré la oportunidad por una sola noche".
El hombre pensó:
"Si duermo y por la mañana no le doy algunas órdenes, me matará. ¿Qué debo hacer? Tengo que ir a ver a mi maestro espiritual".
Fue a ver a su maestro espiritual y le dijo:
"Maestro, cometí un error. Tengo grandes problemas. Un fantasma quiere matarme por la mañana, le he dado tantas ordenes y el las hizo inmediatamente; durante esta noche me tomé un tiempo libre de pedirle algo, así que corrí hacia ti".
El maestro dijo:
"Averiguaré qué hacer".
Entonces el maestro empezó a meditar y a pensar cómo podía ayudarle.
Dijo:
"Haz una cosa. Dile al fantasma que traiga un gran poste de bambú o de madera como un gran poste de árbol. Luego dile que le ponga aceite desde el exterior y que lo ponga en tu patio. Dile que debe subir y bajar, subir y bajar.
El hombre estaba muy contento. Por la mañana vino el fantasma de nuevo. "¡Dime algo!"
"¡Trae un poste de madera!" En un minuto estaba allí, dijo: "Pon aceite sobre el poste, mucho aceite"; estaba tan lleno de aceite que nadie podía subir.
"Ahora subes y bajas. El fantasma intentó subir pero fue muy difícil, siempre se deslizaba. El fantasma se quedo intentando hacer esto y nunca volvió a molestar al hombre.
Esta es también la condición de la mente. La mente está creando demasiadas cosas. Si no lo involucras en la repetición del nombre del Señor, esta mente comenzará a darte muchas molestias.
Dile que, "¡Sube, baja, sube, baja!"
Si la mente está comprometida, él señor te ayudará. También te ayudará con cosas muy bonitas. Intenta aprender a usar tu mente, Intenta aprender a usar los sentidos para que ellos no te usen a ti.
Este fantasma se parece a un deseo mental. El nombre tiene que controlar el deseo material.
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